“El
oprobio de una escuela laica ha terminado. Para formar españoles
hondos, creyentes y patriotas austeros
España resurge, gloriosa, por el esfuerzo decidido y gigante de sus
hijos, de los que murieron alegremente por ella, de los que por ella
se sacrificaron y quisieron rendirle lo mejor y más espléndido de
su vida. La Escuela tiene que recoger el ambiente heroico de las
juventudes guiadas por el Caudillo a la victoria [...].
Primera.
La reposición del Santo Crucifijo marca la apertura del curso, que
será rápida e inmediata.
Segunda.
Además del retrato del Caudillo, habrá en el salón de clase una
imagen de la Virgen, con
preferencia
de la Inmaculada, y en sitio preferente.
Cuarta.-
A la entrada en la escuela los niños saludarán con el tradicional
"Ave María Purísima", siendo contestados por el maestro:
‘Sin pecado concebida’ [...].
Sexta.-
La ceremonia de colocar la Bandera antes de empezar las clases y
arriarla al terminar, mientras se entona el Himno Nacional, es
obligatoria para todas las Escuelas [...]”.
Séptima.
Con el fin de cumplir el precepto de oír misa los domingos,
asistiendo los niños con sus
maestros
al frente, acudirán a la iglesia en que la celebren las
Organizaciones Juveniles...”
Normas
para la Escuela Primaria. 6 de mayo de 1939. Año de la Victoria.
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