jueves, 27 de diciembre de 2012

DOCUMENTO CLXVIII

El oprobio de una escuela laica ha terminado. Para formar españoles hondos, creyentes y patriotas austeros España resurge, gloriosa, por el esfuerzo decidido y gigante de sus hijos, de los que murieron alegremente por ella, de los que por ella se sacrificaron y quisieron rendirle lo mejor y más espléndido de su vida. La Escuela tiene que recoger el ambiente heroico de las juventudes guiadas por el Caudillo a la victoria [...].
Primera. La reposición del Santo Crucifijo marca la apertura del curso, que será rápida e inmediata.
Segunda. Además del retrato del Caudillo, habrá en el salón de clase una imagen de la Virgen, con
preferencia de la Inmaculada, y en sitio preferente.
Cuarta.- A la entrada en la escuela los niños saludarán con el tradicional "Ave María Purísima", siendo contestados por el maestro: ‘Sin pecado concebida’ [...].
Sexta.- La ceremonia de colocar la Bandera antes de empezar las clases y arriarla al terminar, mientras se entona el Himno Nacional, es obligatoria para todas las Escuelas [...]”.
Séptima. Con el fin de cumplir el precepto de oír misa los domingos, asistiendo los niños con sus
maestros al frente, acudirán a la iglesia en que la celebren las Organizaciones Juveniles...”

Normas para la Escuela Primaria. 6 de mayo de 1939. Año de la Victoria.

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