Renuncia
de la Regente María Cristina.
Valencia
12 de octubre de 1840.
A
las Cortes.—El actual estado de la nación y el delicado en que mí
salud se encuentra me han hecho decidir a renunciar la Regencia del
reino, que durante la menor edad de mi excelsa Hija Doña Isabel II
me fue conferida por las Cortes constituyentes de la nación reunidas
en 1836, a pesar de que mis Consejeros, con la honradez y patriotismo
que les distingue, me han rogado encarecidamente continuara en ella,
cuando menos hasta la reunión de las próximas Cortes, por creerlo
así conveniente al país y a la causa pública; pero no pudiendo
acceder a algunas de las exigencias de los pueblos, que mis
Consejeros mismos creen deber ser consultadas para calmar los ánimos
y terminar la actual situación, me es absolutamente imposible
continuar desempeñándola, y creo obrar como exige el interés de la
nación renunciando a ella. Espero que las Cortes nombraran personas
para tan alto y elevado encargo, que contribuyan a hacer tan feliz
esta nación como merece por sus virtudes. A la misma dejo
encomendadas mis augustas Hijas, y los Ministros que deben, conforme
al espíritu de la Constitución, gobernar el reino hasta que se
reúnan, me tienen dadas sobradas pruebas de lealtad para no
confiarles con el mayor gusto depósito tan sagrado. Para que
produzca, pues, los efectos correspondientes, firmo este documento
autógrafo de la renuncia, que en presencia de las autoridades y
corporaciones de esta ciudad, entrego al Presidente de mi Consejo
para que lo presente a su tiempo a las Cortes. María Cristina.
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