A partir de hoy, uno de febrero, España es más extensa. Aunque solo un poco más, y tan solo durante los próximos seis meses. Esto no es debido a ningún fenómeno natural, si no que es fruto de los caprichos de la Historia.
El motivo hay que buscarlo tiempo atrás, el siete de noviembre del año 1659, su majestad católica don Felipe IV de España, el Rey Planeta, firmaba con su sobrino, el monarca cristianísimo de Francia Luis XIV, el Rey Sol, el Tratado de los Pirineos en la llamada isla de los Faisanes.
Tratado de los Pirineos, Laumosnier. s. XVII
Con este acto se ponía fin a un conflicto entre ambos reinos que se había iniciado en 1636, con la intervención francesa en la llamada guerra de los Treinta Años, que asoló el conjunto de Europa desde 1618 a 1648, aunque los españoles y los franceses continuaron el enfrentamiento durante algunos años más (11 años). Los verdaderos artífices de las negociaciones que llevaron a la firma de este Tratado no fueron los monarcas si no los principales ministros de cada uno de los reinos, Don Luis de Haro, por parte de España y el Cardenal Mazarino, por parte de Francia.
El largo proceso que culminó en el Tratado o Paz de los Pirineos, arrancó con una tregua entre ambos reinos iniciada en 1657. En agosto de 1659 comenzaron las rondas de negociaciones, que tuvieron lugar en la isla de los Faisanes, al ser un terreno neutral situado en la desembocadura del Bidasoa. Río, que tanto entonces como hoy, sirve de frontera entre España y Francia. El Tratado incluía una serie de condiciones desfavorables territorialmente para España ya que suponía ceder territorios a los largo de la frontera con el reino de Francia. En la zona de los Países Bajos el condado de Artois así como una serie de plazas fuertes y lugares en el Condado de Flandes (Gravelina, Bourbourg, y San Venant), Condado de Henao (Landreci, y Quesnoy) y Ducado de Luxemburgo (Thionville, Montmedi, Damvillers, Yvoys, Chavenci, y Marville), así como el reconocimiento de la anexión por parte de Francia de los obispados de Metz, Toul y Verdún. Los franceses devolvieron a España el Charolais —territorio del Franco Condado— y las conquistas realizadas en Italia. En la frontera catalana, se tuvo que ceder a Francia el Rosellón, el Conflent, el Vallespir y una parte de la Cerdaña, todos estos territorios situados en la vertiente norte de los Pirineos, que las tropas francesas habían ocupado en apoyo de los sublevados catalanes. La frontera con España se fijará desde entonces siguiendo los Pirineos, salvo el diminuto enclave de Llivia.
El tratado también preveía la boda entre Luis XIV de Francia y María Teresa de Austria, hija de Felipe IV de España. La Paz de los Pirineos se completó un año después por el Tratado de Llivia (1660) que acordó el paso a soberanía francesa de 33 pueblos y lugares del valle de Querol y el Capcir, quedando el enclave de Llivia bajo dominio español. De esta forma se fijó de un modo más preciso la división de la Cerdaña entre España y Francia.
En la actualidad la
isla de los Faisanes es un islote fluvial del río Bidasoa
de 6.820 m2, cuya soberanía es compartida entre España y Francia, lo cual lo convierte en el condominio más pequeño del mundo. El dominio efectivo es ejercido alternadamente durante seis meses. Así, desde hoy, uno de febrero, y hasta el treinta y uno de julio, queda bajo jurisdicción española y desde el uno de agosto y hasta el treinta y uno de enero del siguiente año, el dominio volverá a la administración francesa.