La política matrimonial de la dinastía de los Habsburgo (Austrias) condujo a que se produjeran una gran cantidad de enlaces matrimoniales entre miembros de la familia, o con familiares relativamente cercanos. El máximo exponente del fruto de este tipo de alianzas matrimoniales fue el monarca española Carlos II.
A continuación se muestran dos arboles genealógicos en los que se muestra de manera gráfica estos enlaces, el primero es un árbol genealógico simplificado de la ascendencia de Carlos II hasta los Reyes Católicos en los que se encuentran ausentes aquellos antepasados hasta la sexta generación que no son descendientes de los Reyes Católicos (Fernando II de Aragón y Isabel I de Castilla).
El segundo árbol genealógico se trata también de un árbol ascendente de Carlos II, pero en este caso no se discriminan a los antepasados no descendientes de los Reyes Católicos.
Para que podamos hacernos una idea del grado de endogamia alcanzado por parte de los antepasados de Carlos II de España adjunto la siguiente tabla:
Ego | 1ª Generación | 2ª Generación | 3ª Generación | 4ª Generación | 5ª Generación | 6ª Generación | |
Carlos II | 1 | 2 | 4 | 6 | 10 | 10 | 18 |
Amplitud máxima de antepasados por generación | 1 | 2 | 4 | 8 | 16 | 32 | 64 |
% reducción | 0 | 0 | 0 | 25,00% | 37,50% | 68,75% | 71,87% |
Esto tuvo una serie de consecuencias tanto en la salud física como mental de Carlos II de España, veamos lo que opinaba del monarca a sus veinte años el Nuncio Papal:
El rey es más bien bajo que alto, no mal formado, feo de rostro; tiene el cuello largo, la cara larga y como encorvada hacia arriba; el labio inferior típico de los Austria; ojos no muy grandes, de color azul turquesa y cutis fino y delicado. El cabello es rubio y largo, y lo lleva peinado para atrás, de modo que las orejas quedan al descubierto. No puede enderezar su cuerpo sino cuando camina, a menos de arrimarse a una pared, una mesa u otra cosa. Su cuerpo es tan débil como su mente. De vez en cuando da señales de inteligencia, de memoria y de cierta vivacidad, pero no ahora; por lo común tiene un aspecto lento e indiferente, torpe e indolente, pareciendo estupefacto. Se puede hacer con él lo que se desee, pues carece de voluntad propia.
Parece ser que la figura del monarca mostraba una imagen que podemos calificar al menos como deplorable. En un informe forense realizado por la Universidad Complutense de Madrid, a partir de sus restos mortales, han dictaminado que el monarca podría haber padecido el Síndrome de Klinefelter con posible mosaicismo, una anomalía cromosómica que conlleva una serie de síntomas. La sintomatología de este sindrome se puede manifestar como dismorfía facial discreta, esterilidad, retraso en el área del lenguaje, lectura y comprensión, lentitud, apatía, trastornos emocionales, ansiedad, depresión, falta de autoestima, entre otros. Síntomas que se ajustan bastante bien a lo conocemos sobre la vida del último representante de la dinastía de los Habsburgo en España.
Hola Palma, ya sabemos que el nota era feo pero no tienes que enfatizarlo tanto! Pobrecito
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